Señales

Atravesando los verdes parajes irlandeses son muchas las sorpresas (buenas y malas) con las que os podéis encontrar. Una de esas sorpresas son sin duda las señales de tráfico, algunas de las cuales no sabemos muy bien si están ahí para darnos alguna información o para provocarnos un grave ataque de risa.

En Rumbo a Irlanda hemos hecho una selección de las señales que nos han parecido más «originales» (aunque seguro que se nos escapa alguna) así que abrochaos los cinturones que empezamos:

La primera señal nos recuerda que Irlanda es un país rodeado de agua (por si alguien no se había dado cuenta) por lo que hemos de mantenernos muy atentos si estamos a los mandos de un vehículo.

Nótese que en Irlanda todo son facilidades y que si a pesar de todo vosotros y vuestro vehículo caéis por un escarpado acantilado de Dios sabe cuántos metros, siempre podréis recurrir a un práctico flotador de plástico. Ya lo veis amigos, las autoridades irlandesas no se han olvidado ni del más mínimo detalle y, por si fuera poco, nos intenta persuadir por si tenemos intenciones de llevarnos ese fantástico mecanismo salvavidas de recuerdo. «Un flotador robado, es una vida robada»…

Nos bajamos del automóvil y decidimos dar un tranquilo paseo por senderos inexplorados disfrutando de la naturaleza en todo su esplendor pero… ¡¿qué demonios es eso?! En efecto, es otra señal irlandesa.

Según la versión oficial, esta señal intenta advertirnos de que el firme no es tan firme como parece y de que debemos ir controlando por donde pisamos. Nosotros sin embargo tenemos nuestra propia teoría: El origen de esta señal se remonta hasta el primer siglo de nuestra era; Parece ser que Jesús de Nazaret (Cristo para los amigos) estuvo de vacaciones por estas tierras una temporadita y, por lo que se ve, debió de liar una muy gorda haciendo gala de sus poderes ya que desde entonces está prohibido correr sobre las aguas en Irlanda.

Aunque si bien es cierto que la siguiente señal no abunda demasiado, estamos convencidos de que es de primerísima utilidad. No hay que olvidar que nos encontramos en el país de los leprechauns y que todos debemos hacer un esfuerzo por convivir con ellos y por respetar su legítimo derecho de paso.

Terminamos con este recopilatorio con una señal tan «increíble» que no sabemos si es real o si se trata de un trucaje. En cualquier caso ya pocas cosas nos pueden extrañar visto lo visto. A esta señal la hemos bautizado como «Cuidado, zona de escaqueo laboral»; Delimita el lugar donde los trabajadores disponen de espacios perfectamente habilitados para descansar un poco y reponerse del duro esfuerzo, a salvo de los pesados de sus jefes.

Como en Rumbo a Irlanda tenemos un espíritu emprendedor, queremos recabar apoyos para comenzar una iniciativa a favor de que estas señales sean importadas a España y estratégicamente colocadas cerca de cualquier edificio u organismo público con el claro objetivo de advertir a los incautos viandantes de que se hallan en una zona donde proliferan funcionarios «descansando».

Posdata: pedimos perdón a la ya casi extinta especie de funcionarios honrados y trabajadores.

abril 27, 2008 at 1:51 am 1 comentario

Crisis en Irlanda

Lamentamos tener que comunicaros una muy mala noticia que nos ha llegado desde los medios de comunicación irlandeses. Las consecuencias pueden llegar a ser terribles si no se toman medidas oportunas a tiempo, llegando a provocar de no ser así una catástrofe en el mundo de proporciones nunca vistas.

Los trabajadores de la cervecera Guinness, después de casi dos siglos y medio produciendo ininterrumpidamente la cerveza mas famosa y reputada de la isla, pueden ir a la huelga.

El motivo que ha llevado a los empleados a tomar esta drástica decisión ha sido más o menos el mismo de siempre: las condiciones laborales impuestas por los gerifaltes de turno, en este caso, los dirigentes del grupo británico Diageo, propietario no sólo de Guinness, sino también de varias firmas más.

Y esto, en un país donde la cultura de pub y cerveza (sobre todo Guinness) está tan arraigada, hace que lo que en cualquier país no dejaría de ser una simple anecdota, en Irlanda se trate de una situación de especial preocupación tanto para los propios irlandeses como para los turistas que aprovechan su estancia para disfrutar del ambiente de sus típicos pubs.

Desde Rumbo a Irlanda queremos hacer un llamamiento a los lumbreras del grupo Diageo: Por favor, no provoquen con sus decisiones la primera huelga de la historia de Guinness y, lo más importante, ¡no permitan que el mundo se vea privado de una de sus mejores cervezas!

Seguiremos informando.

abril 25, 2008 at 12:00 am Deja un comentario

Los Viajes de Gulliver

Quien haya sido niño alguna vez recordará los relatos en los que se narraban las múltiples aventuras y desventuras vividas por uno de los viajeros más ilustres de la literatura irlandesa. Dichas aventuras están recogidas en el libro «El viaje a varias naciones lejanas del mundo del capitán inglés Lemuel Gulliver«, o bien, como es más conocido, «Los Viajes de Gulliver«.

La obra maestra del genial Jonathan Swift (no hace falta decir que era irlandés…) no es lo que aparenta a primera vista, ya que no se trata de un simple libro infantil sino que tiene un trasfondo crítico y satírico de la sociedad de su época.

El libro está estructurado en cuatro partes:

En la primera de ellas nuestro intrépido aventurero viaja a la original tierra de los liliputienses, sin duda su viaje más conocido, donde todo es doce veces más pequeño de lo que viene siendo normal. Quién no se acuerda del viaje que realizó Gulliver a Lilliput, cómo a todos nos asombraba la existencia de un país de enanos, a la vez que nos divertíamos con el estupor que causó la llegada del “gigantón” a aquella lejana y extraña tierra.

La segunda parte es totalmente antagónica a la primera, ya que nuestro protagonista llega a una región en la que pasa a ser un enano entre gigantes, debido a que todas las cosas son doce veces más grandes que en el mundo normal.

En la tercera parte se narran otros tantos viajes a los recónditos países de Laputa (en qué estaría pensando el señor Swift…), Balnibarbi, Luggnagg, Glubbdubdrib y Japón.

Ya en la última parte, Gulliver viaja a un país donde se encuentra con una raza de caballos nobles e inteligentes llamada Houyhnhnm (ya veis que imaginación no le faltaba).

En resumen, se trata sin duda alguna de una obra compleja que ha conseguido cautivar tanto a grandes como a pequeños de todo el mundo durante generaciones y generaciones.

abril 24, 2008 at 5:07 pm Deja un comentario

Boycott!

No os asustéis por el título de este artículo. En Rumbo a Irlanda no nos dedicamos a ir escandalizando por todos los rincones del país ni a montarla en cada pub que encontramos por el camino. Hoy simplemente vamos a presentaros la curiosa etimología de una palabra practicamente internacional y que tiene sus orígenes, como no, en Eire.

Quién le iba a decir al «pobre» Charles Cunningham Boycott que su apellido sería utilizado por doquier para referirse a la toma de medidas de presión contra algo o alguien, con el objetivo de perjudicarla y obtener beneficios de dicha situación.

Así ocurrió que el señor Boycott, administrador de las tierras de un terrateniente, se enfrentó a la Irish Land League, negándose a conceder a dicha asociación una rebaja en los arrendamientos de las tierras. Eso sí, de haber sabido lo que se le iba a venir encima, seguramente se hubiera replanteado su comportamiento… Y es que tuvo que «sufrir» en sus propias carnes las peculiares medidas que la Irish Land League urdió contra él:
los agricultores se negaron a trabajar para él, los comerciantes no le vendían sus productos, el cartero no le llevaba su correo…

Por hilarante que parezca, estas medidas dieron sus frutos, creando un vacío de grandes proporciones en torno a Mr.Boycott que finalmente abandonó la Isla Esmeralda camino de Suffolk, donde moriría años mas tarde.

Sea como fuere, la palabra boycott (boicot en su versión castellanizada) aparece con bastante frecuencia en los medios de comunicación del todo el mundo y es que el ser humano a veces es impredecible.

abril 21, 2008 at 11:43 pm 1 comentario

La Gran Hambruna

Dicen que quien desconoce la historia está condenado a repetirla. Como en Rumbo a Irlanda no queremos que ésto sea así, repasaremos una época clave en el devenir del país.

A mediados del siglo XIX y durante varios años consecutivos, se sucedieron una serie de desastrosas cosechas que mermaron irremediablemente los campos irlandeses, cuyas consecuencias siguen estando presentes hoy día.

El culpable de todo esto fue un virulento parásito conocido como Phytophthora infestans, el cual llegó a acabar casi por completo con uno de los productos básicos de la dieta irlandesa: la patata.

A pesar de la fuerte importación de productos alimenticios (principalmente desde Inglaterra) nada pudo evitar que más de la mitad de la población pereciera en condiciones miserables y que gran parte de los supervivientes emigraran principalmente a Gran Bretaña y Norteamérica en busca de una oportunidad para prosperar y de mejores condiciones de vida.

Siempre resulta difícil de creer como el ser humano, autoconvencido de su superioridad sobre todas las especies, pueda ser tan fácilmente derrotado por unas bacterias de talla microscópica. En cualquier caso, si bien es cierto que la hambruna pudo destrozar la vida a cientos de miles de personas, jamás pudo quebrantar el espíritu irlandés.

abril 19, 2008 at 10:54 pm Deja un comentario

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